- P'habernos matao, ¿Eh, brother? - añadió su compañero Louis Potato.
- Afirmativo, menos mal que hemos caido en blandito, my friend - respondió Kevin confiado.
- Cierto Kevin, pero esto en la Tierra no hubiese pasado, pues tenemos luna menguante - dijo el resabiado Louis.
Kevin bajó rápidamente la mirada y golpeó con su pesada bota uno de aquellos desafortunados ajos. Levantó su vista al cielo y exclamó lleno de furia:
- ¡Estoy hasta los asteroides de los ajos y la luna!